Elon Musk acaba de anunciar que Tesla está construyendo un robot humanoide del que espera tener un prototipo listo el año que viene. “Básicamente empezará encargándose de trabajo aburrido, repetitivo y peligroso”, aseguró Musk del robot en cuestión.
También reveló que el robot, con aspecto humano, tendrá una pantalla a la altura del rostro que mostrará información útil, que medirá aproximadamente un metro y setenta centímetros (5 pies y ocho pulgadas), pesará 56,7 kilos, será capaz de levantar 20,4 kilos y se moverá a poco más de ocho kilómetros por hora. En cambio, no sabemos todavía si la compañía piensa usarlo sólo para tareas internas o si estará a la venta y, en ese caso, por qué precio. El objetivo, de momento, es que pueda obedecer órdenes simples, como ir a una tienda a por las compras.
El peligro de la pérdida de empleos
Según Musk, el robot tendrá un gran impacto en la economía y el trabajo físico será solo una opción, de modo que una renta básica universal sería necesaria. De hecho, el presidente de Tesla forma parte de los líderes de Silicon Valley que han advertido de la eliminación de trabajos por el progreso de la robótica, de modo que muchos humanos necesitarán otras fuentes de ingresos.
Los robots con aspecto humano llevan décadas siendo uno de los aspectos más fascinantes de la ciencia ficción, pero todavía no hemos logrado dar vida a humanoides robóticos que realicen tareas humanas de manera enteramente satisfactoria. La inteligencia artificial ha mejorado rápidamente, pero todavía está muy lejos de las habilidades generales de un niño medio. De momento solo hemos conseguido crear aplicaciones robóticas que realizan tareas básicas en entornos sencillos: muchos tenemos en casa uno de los más claros ejemplos, los robots de limpieza.
Un complemento al trabajo de Tesla en los vehículos de conducción autónoma
Musk describe el robot como una extensión del trabajo de Tesla con los vehículos autónomos. No por casualidad, el robot usará el mismo chip y navegará gracias a ocho cámaras, un sistema muy similar al de los vehículos de Tesla. Eso sí, como suele ocurrir con la empresa, seguramente tendremos que esperar para ver al robot humanoide en funcionamiento: el software de conducción autónoma está siendo investigado en Estados Unidos para valorar su seguridad y los vehículos aún no se comercializan de manera masiva, a pesar de las promesas de años anteriores.
