A pesar del enorme progreso tecnológico, las imágenes digitales todavía tienen un largo camino que recorrer para reproducir fielmente esa maravilla que llamamos ‘realidad’. Lo habrá comprobado cualquiera que haya hecho una foto de la luna o de una puesta de sol con su móvil o cámara digital, por mucho que sean de última generación.
Pues bien, puede que ese camino esté cada vez más cerca gracias a un grupo de investigadores que han desarrollado una nueva serie de algoritmos que permiten grabar y mostrar el color en las imágenes digitales de un modo mucho más realista.
“Cuando vemos una escena bonita, queremos grabarla y compartirla con otros”, dice Min Qiu, líder del Laboratorio de ‘Photonics and Instrumentation for Nano Technology’ de la Universidad de Westlake, en China. “Sin embargo, no queremos ver una foto o video digital con los colores equivocados. Nuestros nuevos algoritmos ayudan a los desarrolladores de cámaras digitales a adaptar mejor sus aparatos a nuestros ojos”.
Min Qiu y sus compañeros de investigación describieron su nuevo enfoque para digitalizar el color en la revista Optica, de The Optical Society. Puede ser aplicado para cámaras y pantallas, incluidas las usadas por ordenadores, televisores y aparatos móviles, y para ajustar el color de las luces LED.
“Nuestro nuevo enfoque puede mejorar las imágenes disponibles comercialmente hoy o mejorar la percepción de realidad de nuevas tecnologías como la realidad virtual o las gafas de realidad aumentada”, asegura Jiyong Wang, miembro del equipo de investigación del Laboratorio de ‘Photonics and Instrumentation for Nano Technology’. “Puede también ser usado para producir luces LED en hospitales, túneles, submarinos y aviones que imiten de manera precisa la luz solar. Esto puede ayudar a regular los ritmos circadianos en las personas que no tienen exposición al sol, por ejemplo”.
Los colores digitales como los de la televisión o la pantalla del móvil son habitualmente creados combinando verde, rojo y azul, con un valor asignado a cada color. Por ejemplo, un valor de (255, 0, 0) representa el rojo puro. El valor RGB refleja un ratio relativo de mezcla de tres luces primarias producidas por un apartado electrónico. Sin embargo, no todos los apartados producen esa luz primaria de la misma manera, lo que implica que las mismas coordenadas RGB pueden tener un aspecto diferente en otros aparatos.
También hay otras maneras de definir los colores, como el tinte y la saturación (HSV) o la combinación de cian, magenta, amarillo y negro (CMYK). Para comparar colores de diferentes sistemas, la Comisión Internacional de Iluminación (CIE son sus siglas en inglés) publicó estándares para definir los colores visibles al ojo humano basados en las respuestas ópticas de nuestros ojos. Aplicar esos estándares requiere que ingenieros y científicos conviertan valores digitales como RGB en colores CIE a la hora de calibrar y diseñar sus aparatos electrónicos.
En este nuevo trabajo, los investigadores han desarrollado algoritmos que correlacionan directamente las señales digitales con los colores del estándar CIE, así que las conversiones ya no son necesarias.